Cuchillazo (PE)
Dejando de lado experimentos del estilo de los White Stripes, es cosa sabida que en el rock & roll, tres es el número mínimo de personas capaces de desplegar abanicos sonoros interesantes al interior de un grupo. En un power trio, como el conformado por la novel banda peruana Cuchillazo, la batería se convierte en un estruendo de cimbales, robusta y machacona, la voz rellena los vacíos entre cada fraseo de guitarra, y el bajo amplificado estalla en melodías. Los Cuchillazo intentan aplicarse a tan señera tradición con consecuencias bastante promisorias, sobre todo para su tiempo de existencia. El disco arranca con un "pato". Una descoordinación entre instrumentos que, según dictan las normas del "decoro profesional", demandaría un corte y una nueva toma. El error [¿involuntario?] adquiere desde entonces la categoría de declaración de principios: en la próxima media hora no habrá espacio para reglas de etiqueta y sí una descarnada muestra de catártico hard rock de vieja escuela, que sólo se detiene para respirar en "Escribir todo de nuevo", la única canción en la que, sin dejar la pesadez brontosáurica de los riffs, se animan a apagar la distorsión. Es cierto que estos muchachos no están inventando la pólvora. En todo caso, tras escuchar su explosivo debut, hay que reconocer que los tipos la saben usar muy bien.
|Nicolás Duarte| |Rafael Otero| | Capi Baigorria|